PREVENCIÓN MANIOBRAS CON MANGUERAS

PROGRAMAS AUDIOVISUALES PARA LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS

 

 DIAPOSITIVA                                                    TEXTO

1 Iniciación del programa
2 Se reconoce el agua como el media más abundante económico y efectivo para combatir la mayoría de los incendios.
3 Un litro de agua al gasificarse por temperatura aumenta I.700 veces transformándose en 1.700 litros de vapor, absorbiendo para ello 538 kilocalorías lo cual en las mismas circunstancias no lo consigue ninguna otra sustancia.
4 El agua consigue asimismo un cierto efecto de enrarecimiento del aire ya que basta añadir un 30 por ciento de vapor de agua aproximadamente en el ambiente para que el aire pierda su cualidad de comburente.

5 También existen excepciones, fuegos especiales de substancias químicas y metales combustibles donde el agua actúa como fulminante haciéndolos explotar o arder.

 

6 No obstante las propiedades del agua en la extinción se amplían constantemente. En instalaciones fijas es posible extinguir transformadores de alta tensión empleando agua pulverizada a presión.
7 Añadiéndole aditivos al agua y a través de lanzas especiales se forma la espuma física necesaria para la extinción de grandes depósitos de hidrocarburos.
8 También se pueden aumentar sus propiedades de penetración, haciendo que el agua sea más ligera y moje más.
9 El agua es y será durante muchos años imprescindible en la extinción de grandes incendios, por ello es necesario que los locales donde se almacénen combustibles, dispongan de una reserva de agua y de los accesorios necesarios para poderla lanzar contra el fuego.

10 Generalmente, las fábricas ubicadas en zonas industriales el extrarradio carecen de suficiente caudal de agua directa como para atacar un incendio en sus instalaciones.
11 Necesariamente han de construir una balsa, cisterna o depósito que garantice una reserva de agua exclusivamente para incendios.
12 Para un volumen se combustible de peligrosidad media, el mínimo de agua recomendado equivale a 150 m3 en naves igual o inferiores a 10 000 m2, sumándose a esta cantidad 15 m3 más de agua por cada 1000 m2 construidos de más.
 

13 Como ejemplo se puede exponer, que una fábrica donde se sumen 15.000 m2 de superficie total construida, precisa el mínimo, los 150 m3 de agua, más 75 m3 lo que supone una reserva total de agua para incendios de 225.000 litros

 

 

14 La alimentación de la tubería de incendios, precisará de una electrobomba capaz de proporcionar un caudal de 80 a150 m3 hora, teniendo prevista una motobomba que proporcione el mismo caudal en caso de fallo eléctrico

15 En la Ciudad, la fuente de alimentación consiste en hidrantes que emergen del suelo y donde es posible acoplar varias mangueras

16 Tomas de cien milímetros de uso exclusivo para incendios, a las que necesariamente se les ha de acoplar un accesorio que reduzca la salida para poderlas utilizar
17 Tomas de riego a rosca, las cuales también precisan de un accesorio para su uso. Todas ellas suministran agua potable a una presión de tres a seis atmósferas
18 Las tomas de incendio que se instalan en los edificios, fábricas, aparcamientos y todo tipo de locales. Están precintadas por la compañía de aguas, debido a estar conectadas a un ramal directo que no pasa por el contador, siendo su uso exclusivo para incendios
19 Como ya sabemos, las mangueras para incendios son los conductos flexibles que permiten hacer llegar agua a presión desde la fuente de alimentación hasta el fuego
20 En España las mangueras contra incendios están normalizadas en 25, 45 y 70 milímetros de diámetro
21 Actualmente también se utilizan mangueras de 25 milímetros, muy prácticas por su reducido peso y fácil manejo. No obstante precisan de suficiente presión que proporcione un caudal adecuado
22 Las más utilizadas para el ataque son las de 45 milímetros de diámetro y treinta metros de largo. Proporcionan a baja presión un caudal adecuado con un peso y maniobrabilidad razonable.

(Se refiere a 1.980)

23 Las mangueras de 70 milímetros de 25 a 30 metros de largo, también se utilizan en el ataque, especialmente como alimentación de monitores o lanzas fijas, debido a que su peso y elevada reacción de retroceso las hace difíciles de manejar a mano
24 Desde un punto de vista práctico, podemos dividir las mangueras en dos grupos. Las conocidas como mangueras de lona y las llamadas mangueras de poliester

25 Las mangueras de lona están formadas por una doble camisa de algodón lino, nylon o mezclas de fibras recubiertas interiormente con caucho.

26 Estas mangueras precisan de una esmerada limpieza y cuidado ya que tanto a las fibras como el caucho les afectan, la humedad, el calor aceites, grasas y ácidos. Antes de plegarlas para guardarse comprobará que estén bien secas.
27 Cuando son nuevas, la presión de rotura en mangueras de 45 milímetros es de 25 a 35 atmósferas según calidades. Considerándose como presión máxima de trabajo de 15 a 18 atmósferas.
28 A las mangueras de poliester no les afecta la humedad, pudiendo almacénarse mojadas. Sus fibras quedan protegidas contra grasas y ácidos por un doble recubrimiento plástico.
 

29 Su presión de rotura es superior a las de lona llegando a las 45-50 atm6sferas,si bien se consideran 25 atmósferas como presión máxima de trabajo. En igualdad de calidades, las mangueras de 70 milímetros soportan menos presión que las de 45.

 

 

30 Para que las mangueras puedan enlazarse entre si, a una toma de agua o a un accesorio hidráulico, poseen unas piezas de unión (enlaces o racors) que consisten en dos mitades simétricas que forman una sola pieza después de unidos.
31 En nuestro País está normalizado el racor tipo "Barcelona", siendo obligatoria su instalación a las tomas de agua y mangueras contra incendios.
32 Este tipo de racor en latón, ha tenido varios detractores por la delicado de sus tres patillas ante un golpe, debido a que una pequeña deformaci6n dificulta a puede llegar a impedir el acoplamiento. No obstante este y otros inconvenientes han desaparecido con los mismos modelos en duraluminio.
 

33 Los acoplamientos se realizan fácilmente cogiendo medio racor con cada mano, presionando el uno contra el otro y girando las manos en dirección opuesta hasta encajar las tres patillas.

 

34 La estanqueidad de la unión se consigue a través de estas volanderas de goma, siendo conveniente disponer de dos de recambio en las tomas de incendio.

35 Si los racors son de latón, la presión ejercida para el acoplamiento tendrá de ser mayor el sobresalir las volanderas de goma (especialmente en los modelos antiguos) Esta sencilla operación puede ser causa de perdidas de tiempo, por lo que el personal ha de realizar prácticas de unión entre mangueras.

36 Las mangueras se alojan en armarios, montadas o enrolladas en devanaderas de desplegado rápido, variando su utilidad según la distancia entre sí mismas o bien a la zona a recorrer hasta el fuego.
 

37 Cuando las distancias a recorrer son cortas, las devanaderas de tambor a carrete pueden resultar más adecuadas, teniendo ya conectados sus racors a la boca de agua y a la lanza.

 

38 No obstante no es aconsejable que las mangueras de lona estén conectadas a la toma de agua. La humedad que estas desprenden facilitan la formación de moho y hongos que destruyen las fibras de la manguera.
39 El desplegado se consigue tirando de la lanza hacia fuera, con lo cual la manguera cae por su propio peso haciendo girar el tambor. Antes de abrir el agua, se extraerá totalmente la manguera, extendiéndola o  formando amplias curvas.

40 Para volver a enrollar la manguera, se pondrán sus dos extremos a la misma altura y cogiéndola por la mitad se introducida la doblez en la ranura girando seguidamente el tambor hacia arriba.
41 Las devanaderas de media luna, se emplean cuando las tomas de agua son insuficientes a cuando se trata de proteger zonas o recorridos complejos.
42 Al estar la manguera plegada sobre si misma, permite trasladarla enrollada concentrando varias unidades a donde sean necesarias.

 

 43 El desplegado en lugares estrechos se consigue dejando la manguera en el suelo. Se conecta el extremo más largo a la toma de agua y cogiendo el más corto se dirigirá hacia el fuego. La manguera se desenrollará fácilmente

 

44 Si se dispone de amplios espacios o teniendo alguna practica se puede desplegar por la inercia de un fuerte impulso, siendo la forma más rápida de desplegado.
45 Manteniendo el rollo perpenticular con el suelo, se pisará el extremo más largo y sujetando el más corto se le dará un impulso hacia delante quedando desplegada y con los medíos racors a mano. Siendo posible hacer las conexiones y dar el agua el mismo bombero. (actualmente este método está descartado
 

46 El plegado se realiza doblando la manguera por la mitad, de forma que el extremo de arriba quede unos sesenta centímetros más corto que el de abajo. Se cogerá la doblez v se irá girando sobre si misma haciendo al principio algo de presión.

 

47 Algunas devanaderas de tambor también permiten su traslado. Sacándole un pasador o desenroscando una palomilla sale entero el tambor con la manguera enrollada.
48 Una vez en el lugar del fuego se ha de actuar como si no existiese el tambor, desenrollándola por los extremos a lanzándola.
49 Si el fuego está muy cerca de la toma de agua, el desplegado se realizará en dirección contraría, volviendo de nuevo al lugar. Con ello se conseguirá una amplia curva que facilitará su empleo.

 

50 Sí e1 fuego está lejos da la toma de agua precisándose unir varias mangueras, es preferible que el línea se inicie partiendo del fuego hacia la toma de agua, pudiendo abrir la válvula el realizar la última conexión.

 

51 En muchos casos antes de conectar la manguera y abrir el agua es conveniente purgar el ramal abriendo el grifo y dejando salir agua con fuerza durante unos segundos. Los ramales de agua para incendios, por falta de uso acumulan sedimentos sólidos que podrían obturar la lanza.
52 Cuando las mangueras están extendidas en dirección al fuego, toman el nombre de línea o instalación. "montar una línea de 45", significa unir mangueras de 45 milímetros de diámetro desde la toma de agua hasta el punto de ataque.
53 Las instalaciones se llamarán horizontales, cuando las mangueras descansen sobre terreno llano o en una misma planta.
54 La manguera se desenrollará totalmente antes de dar el agua, evitando la formación de codos bruscos que reducen el caudal y la presión (perdida de carga) pudiendo llegar a estrangular la salida de agua.

55 Si por mal desplegado se han formado tirabuzones, no se dará el agua hasta haber corregida la anomalía.  se puede estrangular el paso de agua o la presión hacer girar la manguera, soltando el racor y causar daños.

56 Se ha de evitar el pisar las mangueras vacías, una piedrecilla  introducida a presión entre sus fibras será causa de poro o agujero.
57 Con más motivo, no se permitirá el paso de vehículos sobre las mangueras vacías o en carga a menos de disponer de protecciones adecuadas.
58 Las instalaciones se realizaran, teniendo las mangueras paralelas a los pasillos o aceras dejando la calzada libre, con la que se evitan continuos tropezones.
59 Se llama instalación inclinada, cuando la manguera asciende por una gran pendiente, especialmente tramos de escalera. En ellos la formación de codos es muy acentuada,

 

60 La manguera se subirá pegada a las paredes, lo que ampliará las curvas y facilitará el paso.
61 Una Instalación será vertical, cuando la manguera ascienda por una fachada, hueco de ascensor, muro, etc. Normalmente las instalaciones verticales parten de abajo hacia arriba.
62 La forma de subir la manguera variará según la previsión realizada de antemano. El bombero cruza la manguera en su cuerpo según se puede ver
63 Seguidamente inicia el ascenso hasta la planta siniestrada penetrando en su interior, o si ello no es posible cruzará una pierna entre los peldaños.
64 Fijará su cinturón de seguridad y desligará la manguera de su cuerpo.

65 Recogerá un metro de manguera de reserva aguantando su peso con una baga-mosquetón y solo entonces pedirá agua. Nunca se dará el agua antes de que el portalanzas la pida. El peso de la manguera llena podría hacerlo caer.

66 Si se dispone de una cuerda bien plegada, la ascensión podrá ser más cómoda sin peso ni riesgo de enganches. Una vez arriba el bombero lanzará un extremo de la cuerda para que le aten la lanza y la manguera.
67 Si dentro de una planificación de ataque, está previsto que han de subir mangueras por las fachadas o cajas de escalera, será conveniente el disponer en estos puntos una cuerda de nylon de forma permanente. En caso de íncendio evitará perdidas de tiempo.
 

68 Se puede observar la forma correcta de atar la manguera para subirla con la cuerda. Al subir la lanza vertical evita que se enganche en salientes o se desprenda la lanza.

 

69 Sea cual sea la forma en que la manguera suba. Una vez arriba se ha de recoger una amplia reserva que permita maniobrar. Seguidamente se atará para no tener que aguantar su peso. La baga mosquetón es el sistema más rápido.

 

 

70 Una manguera de 45 de 30 metros de largo llena de agua pasa 56 kilos aproximadamente. La misma longitud en manguera de 70 puede llegar a los 135 kilos si trabaja vertical se ha de repartir su peso fijándola en la escalera.

 

81 Las de uso más corriente, permiten lanzar el agua en forma de chorro y nevulización, pudiendo parar la salida de agua desde la misma lanza.
82 La operación de cerrar el agua se realizarse lentamente, cortar el agua de golpe produce una brusca reacción conocida como "golpe de ariete" multiplica la presión pudiendo llegar a reventar la manguera o dañar la bomba.
83 La acción del agua al salir, crea en la lanza una reacción de retroceso que varia según la presión y el diámetro de la tobera de salida.
 

 84 El portalanzas que actúa con manguera de 45, ha de mantener el equilibrio realizando un esfuerzo constante como si aguantara de 10 a 15 kilos en movimiento. Con manguera de 70 el esfuerzo puede sobrepasar de 25 kilos

 

85 Por tal motivo en punta de lanza siempre habrán dos bomberos. El de detrás recoge el mayor esfuerzo mientras que el de delante dirige el chorro.

86 El empleo generalizado de extintores de polvo y C02 hace que nos olvidemos que salvo casos especiales todos los fuegos necesitan agua para completar su extinción. El disponer de un extintor de agua penetrante puede evitar el tener que utilizar las mangueras.
87 Lanzar agua con una manguera no precisa de una preparación especial, cualquier persona puede estirar la manguera, abrir el agua y atacar el fuego. No obstante es sabido que en ciertas ocasiones los daños causados por el agua son casi tan graves como los que ocasiona el fuego.

88 Para reducir los daños, consiguiendo el máximo de efectividad con el mínimo de agua, es necesario conocer cuando se han de utilizar las mangueras, que tipo de chorro puede ser más adecuado, desde donde atacar, que posibilidades tiene el portalanzas, etc. La cual por la extensión de este programa puede ser tema para una próxima ocasión.

 

89 Silencio
 

90 Silencio .          FIN